(Anglés, 1913 - México, 1963) Pintora española. Relacionada en sus
inicios con los movimientos de vanguardia, su obra se inscribe dentro de un
surrealismo muy personal. Entre sus cuadros, caracterizados por una gran
profusión de imágenes y una peculiar combinación de poesía y humorismo, destacan
Insomnio (1942-1947), Modelo de traje para vagabundo (1957) y
Vampiros vegetarianos (1962).
Remedios Varo estudió en la Academia de Bellas Artes de San
Fernando de Madrid, en la que tuvo como profesores a Manuel Benedito y Julio
Romero de Torres. En 1930 se casó con su compañero de estudios Gerardo
Lizarrageside y en 1932, después de una estancia en París, pasó a Barcelona y
compartió taller con el pintor Esteve Francés, con quien se introdujo en la
estética de la vanguardia y se interesó por el surrealismo.
En 1936 participó en la Exposición Logicofobista realizada en
Barcelona y, desde entonces, se acercó a los componentes del surrealismo
francés. Durante la Guerra Civil (1936-1939) conoció al escritor francés
Benjamin Péret y, tras un tiempo de vida en común en España, marcharon a París.
En la capital francesa participó en las reuniones y exposiciones surrealistas.
Tras la invasión del ejército alemán, abandonó París y se instaló en México
(1941).
Allí empezó a trabajar como artesana, pero enseguida pasó a formar
parte del grupo surrealista y a relacionarse otra vez con Esteve Francés y,
sobre todo, con la pintora británica Leonor Carrington, cuyo fuerte ascendiente
artístico fue definitivo en la concepción estética de la creadora española.
También formaron parte del grupo al que era asidua Octavio Paz, César Moro, Eva
Sulzer, Gunther Gerzso, José Horna y Gordon Onslow-Ford, entre otros.
Varo participó en las exposiciones First Papers of Surrealism de
Nueva York (1942) y Le Surrealisme de la Galería Maeght de París. En 1956
presentó su primera gran exposición de carácter individual en Ciudad de México;
a partir de ese momento se convirtió en uno de los nombres más reconocidos de la
pintura del país. De hecho, no fue hasta la década de 1950 cuando se dedicó por
completo a la creación pictórica, persuadida por Walter Gruen, su último marido.
Su obra anterior a la Guerra Civil es poco conocida, pero lo que
se ha conservado indica la dirección que iba a seguir en los años posteriores:
imaginería onírica dentro de los parámetros del surrealismo ortodoxo (que
después se haría más libre) e ingenuismo estilístico. Su conciencia narrativa, a
menudo recargada de figuras tomadas de los cuentos infantiles, llega en algunas
obras a hacerse casi sofocante. Aun siendo ello interesante, la autora dio lo
mejor de sí cuando se ocupó más en crear relaciones espaciales y cromáticas
per se, liberadas de abigarramientos iconográficos. No obstante, son muy
célebres sus exploraciones de diminutos mundos fantásticos (con evidentes
evocaciones del mundo medieval y de la pintura de El Bosco y Brueghel el Viejo),
su gusto por las escenas referidas a la alquimia y sus metamorfosis de la figura
femenina, mito primero de la creación simbolizado como fuente natural de belleza
y regeneración.
Poco conocida, aunque al menos tan interesante como su pintura, es
su obra escultórica. Se trata de una colección de piezas elaboradas a partir de
huesos, espinas de pescado y toda suerte de restos orgánicos, alambres, cuerdas,
etc. Muchas de ellas presentan apariencias de fósil fantástico, esqueleto animal
o tótem tribal; son obras verdaderamente conseguidas y dignas de enriquecer el
cuadro de honor de las mejores rarezas de la figuración surrealista española. La
carrera artística de Remedios Varo se vio truncada por un fatal paro cardíaco en
su etapa de plenitud creativa.
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jueves, 8 de noviembre de 2012
Remedios Varo y el surrealismo
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